La OMS ha declarado que esta es una pandemia.
Estamos encerrados en casa, sin poder salir, sin poder trabajar.
Es un momento dificil, la gente tiene miedo y es dificil entender y acceptar lo que esta pasando.
Ahora sabemos que este virus no es solo una gripe, que puede ser mucho más grave. Sabemos que afecta principalmente a las vias respiratorias.
Pero entonces que podemos hacer para protegernos?
De momento no existe una vacuna, la única defenza que tenemos es nuestro sistéma inmunologico.
Y… Cómo reforzar nuestro sistema inmunologico?
Existen formas saludables de fortalecer el sistema inmunológico:
La primera línea de defensa es elegir un estilo de vida saludable. Seguir las pautas generales de buena salud es el mejor paso que podemos tomar para mantener naturalmente fuerte y saludable nuestro sistema inmunológico.
Cada parte del cuerpo, incluido el sistema inmunológico, funciona mejor, se protege de los ataques externos y se ve reforzada por estrategias de vida saludable como:
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No fumar
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Tener una dieta rica en frutas y verduras.
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Hacer ejercicio regularmente.
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Dormir lo suficiente.
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Tomar medidas para evitar infecciones, como lavarse las manos con frecuencia y cocinar bien las carnes.
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Minimizar el estrés.
Una de las mayores amenazas para la eficiencia del sistema inmune es el estrés.
La medicina moderna ha demonstrado la relación entre la mente y el cuerpo. En particular, los neurocientíficos de la Universidad de Pittsburgh han identificado evidencia de esta conexión mente-cuerpo.
Gracias a los resultados de la investigación logramos entender mejor por qué la meditación y ciertos ejercicios como el yoga pueden ser tan útiles para modular las respuestas del cuerpo al estrés físico, mental y emocional.
Una gran variedad de enfermedades físicas, malestar estomacal, urticaria e incluso enfermedades cardíacas, están relacionadas con los efectos del estrés emocional.
El estrés prolongado puede llevarnos a pensar demasiado y dejar de respirar adecuadamente y esto es algo muy negativo para el organismo.
La respiración y en particular la respiración profunda ayudan a que todo funcione en el cuerpo humano.
Respiración
Nuestras células se regeneran todo el tiempo y no pueden regenerarse sin oxígeno. La respiración es la forma más rápida y eficiente para que nuestros cuerpos obtengan oxígeno.
El problema es que en general tenemos la tendencia a respirar de forma muy superficial.
Este tipo de respiración limita el rango de movimiento del diafragma. La parte más baja de los pulmones no recibe una cantidad suficiente de aire oxigenado. Eso puede hacernos sentir sin aliento y ansiosos.
La respiración profunda ayuda a nuestro sistema inmunitario a regenerar las células para combatir infecciones y otras enfermedades que nos afectan.
Se ha demostrado que ciertos ejercicios de respiración aumentan en gran medida la eficiencia de nuestro sistema inmunológico.
Un estudio del 2005 ha demonstrado el potencial de algunas prácticas de respiración (Pranayama) y de respiración rítmica, en las mejoras del sistema inmunológico y la reducción del estrés.
El tema del estudio fueron pacientes con cáncer y los resultados mostraron que realizar ejercicios de respiración regulares puede ayudar a estimular las células inmunes que pueden detener la progresión del cáncer.
Cuanto mejor sea la calidad del aire y más profunda la respiración, más podrá ayudar a que nuestro sistema inmunológico funcione correctamente.
La respiración abdominal profunda facilita un buen intercambio de oxígeno, es decir, el intercambio entre oxígeno entrante y dióxido de carbono saliente.
Por esta razón, puede ralentizar los latidos del corazón y disminuir o estabilizar la presión arterial.
Practicar rutinariamente ejercicios de respiración profunda ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico en general.
Meditación y Mindfulness
Dado que nuestro sistema inmunitario responde a los pensamientos negativos y positivos, la meditación crea un ambiente mental positivo para que el sistema inmunológico prospere.
Además, la meditación aumenta los anticuerpos.
Un estudio reciente ha comprobado que después de recibir entrenamiento de meditación semanal durante 8 semanas, 48 trabajadores de biotecnología tenían niveles significativamente más altos de anticuerpos que el grupo de control (compañeros de trabajo que no meditaban), así como niveles más altos que antes del estudio.
Por supuesto, se necesitaran más estudios para comprender bien el efecto del yoga, la respiración y la meditación. Mientras tanto, dado que sabemos que funcionan, de muchas maneras diferentes, probablemente no sea una mala idea utilizarlos.
Incluso unos pocos minutos cada día podrían, con el tiempo, cambiar la forma en que funcionamos, desde los niveles más altos (nuestro comportamiento y estado de ánimo) hasta los más pequeños: nuestros genes.