Yoga y Caminatas

Yoga y Caminatas:

¿Que tienen en común el yoga y las caminatas en la naturaleza?

Para encontrar una respuesta a esta pregunta tenemos que empezar por entender el significado de la palabra ‘yoga‘.

En sánscrito la palabra “yoga” significa “unión”, pero en tibetano se traduce como naljor.

Naljor realmente quiere decir conocimiento de la condición primordial: nal literalmente significa “original” o “auténtico”; jor quiere decir “descubrir” o “poseer” esta condición. Por lo tanto, el verdadero significado de la palabra naljor es descubrir nuestra verdadera condición.

En el texto “Yantra Yoga, El Yoga Tibetano del Movimiento” se explica que:

En la práctica de Yantra Yoga usamos nuestro cuerpo, voz, o energía, y mente. Con el cuerpo realizamos movimientos y adoptamos distintas posturas; con la voz o energía aplicamos técnicas de respiración y con la mente nos concentramos en algo, para poder ir más allá del pensamiento discursivo y del razonamiento. De esta forma, trabajando al unísono con el cuerpo, la voz y la mente, tenemos la posibilidad de alcanzar un verdadero conocimiento – la comprensión de nuestro estado primordial.”

Pero…. ¿Que tiene que ver esto con caminar en la naturaleza?

Tenemos que preguntarnos entonces, ¿qué es la naturaleza?

Según una de las definiciones del diccionario de la RAE (Real Academia Española) la naturaleza es “el conjunto de todo lo que existe y que está determinado y armonizado en sus propias leyes.”

El mismo diccionario reconoce dieciocho acepciones de la palabra, lo que muestra su amplitud de significados.

El uso más habitual de la noción, de todas formas, se asocia a aquello que forma el mundo terrenal y que no ha sido creado por el hombre, todo lo que está creado de manera natural en el planeta, como los animales, las plantas, los humanos, el clima, la tierra.

Nosotros también somo naturaleza, es decir, nosotros somos parte de la naturaleza, como todos los seres que viven en este planeta.

Élisée Reclus dijo que “El ser humano es la naturaleza que toma conciencia de sí mismo”.

Lo que pasa es que a veces nos olvidamos que somos parte de esta naturaleza y consideramos a la naturaleza como algo ajeno, que podemos visitar de vez en cuando, pero con lo que no estamos realmente conectados, y de lo cual no hacemos parte.

Caminar en la naturaleza nos conecta nuevamente con nuestra propia naturaleza. Nos hace acordar de dónde venimos y quienes somos realmente. A veces nos alejamos de esta naturaleza, nos olvidamos de ella porque estamos tan ocupados en resolver las cuestiones de nuestra mente, en planificar, organizar y gestionar cosas, que nos olvidamos de lo más sencillo, nuestro aspecto más natural, más instintivo.

Es importante volver a este aspecto para acordarnos que todo es mucho más sencillo de lo que pensamos.

Al estar caminando tenemos que enfocarnos en los movimientos de nuestro cuerpo y en lo que pasa alrededor nuestro. Este ejercicio tan sencillo nos permite volver a la presencia del aquí y ahora.

Mientras caminamos, no podemos perdernos en la confusión de nuestra mente, ya no podemos seguir cada razonamiento y cada duda que surge en nuestra mente. Al contrario, sentimos lo que pasa alrededor nuestro y con los ojos miramos la belleza que está en todas partes, con el olfato sentimos los olores y con el tacto podemos percibir la tierra debajo de nuestros pies.

No hay ejercicio de presencia más poderoso que este. Nuestra respiración coge el mismo ritmo de nuestra caminata y de todo lo que está alrededor nuestro.

De forma parecida a lo que pasa cuando estamos en una clase de yoga, todo está focalizado en el aquí y ahora, los movimientos del cuerpo, la respiración y la mente se mueven al unísono con movimientos armoniosos y coordinados.

Se ha hablado mucho de los beneficios del yoga y de las prácticas de respiración para disminuir el estrés y los problemas relacionados.

Ha sido comprobado que caminar en la naturaleza tiene efectos similares.

El ejercicio físico en general nos ayuda a gestionar el estrés, porque al hacerlo producimos hormonas que mejoran nuestro estado de ánimo, pero no es la misma cosa caminar dentro de un gimnasio que caminar en un bosque o en un parque. El hecho de estar en un entorno natural, rodeados de belleza, es un elemento que ayuda a que nos sentamos mejor, para abrir nuestra mente y nuestro corazón.

Unificar estas dos prácticas, la del yoga y de la respiración con la de caminar en la naturaleza, es algo muy poderoso y puede aumentar exponencialmente el efecto beneficioso de cada una de ellas.

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